Los que me conocen no encontrarán en este
post nada que no me hayan oído decir mil veces ya. Recetas de Lluvia y Azúcar (ed. Thule, nuevamente…) no es ninguna
novedad, pero si tuviera que elegir un álbum ilustrado como mi favorito, creo
que tendría que ser este. Por no hablar de que, sin duda, es el título que más
veces he recomendado en la librería, y por el que alguien queda hechizado cada
vez que lo hago… y yo feliz (es que, en secreto, me siento un poco responsable
de su éxito)
Pocas veces encontraremos un texto infantil
(y no sólo infantil) tan metafórico y claro a la vez, tan poético y realista,
tan bonito y didáctico. A través de las recetas que nos propone Eva Manzano, y
acompañados de las ilustraciones de Mónica Gutiérrez Serna, realizamos un viaje
por el mundo de las emociones, entrando y saliendo de historias repletas de
cierto realismo mágico que nos ayudan a entender (y a disfrutar) un poquito
mejor la vida.
Quizás alguien pueda preguntarse qué lugar
ocupan los más pequeños en este viaje, precisamente por pequeños. A veces
creemos que los niños no entienden nada, o no estamos seguros de a partir de
qué edad empiezan a comprender el universo abstracto y subjetivo de los
sentimientos, aunque sean mucho más receptivos a este que los adultos. Con Recetas de Lluvia y Azúcar he podido
comprobar como niños de 5 o 6 años se asombran irremediablemente al encontrar
en sus páginas muchas explicaciones que nadie les había dado. Y es que, jugando
con las palabras, descubren un mapa que ayuda a estudiar el origen de las
emociones, el lenguaje verbal y no verbal de las mismas, o el “truco” infalible
para perder la timidez.
En definitiva, Recetas de Lluvia y Azúcar es una
delicia de cuento ilustrado para niños y adultos que, en forma de recetario de
emociones, enseña a reconocer, expresar y en ocasiones enfrentar, sentimientos
de esos de los que nadie nos habla en la escuela. Y nadie interesado en descubrir
el secreto para no tener miedo, olvidar un enfado, o ser un poco más feliz,
debería perdérselo.